martes, noviembre 13, 2012

Acabo de ver el peor capítulo de The Walking Dead de mi vida.

Sí, claro que suena irónico.

Pero al diablo con esos zombies y al diablo con los comentarios de mañana cuando la gente me hable de la serie en el trabajo. Ahora sólo necesito escuchar a mi limonada de chicle grosso, chau.