Iba a empezar este post con un clásico discurso nostálgico diciendo, 'Cuando era niño amaba quemar los juguetes que tanto había jodido para que me compren', pero de inmediato realicé que nunca dejé de disfrutar viendo las cosas derretirse, metiendo mis dedos en la cera de las velas, haciendo explotar cosas con rata blanca en navidad y todo ese tipo de diversión.

Si me conoces, existe la probabilidad de que alguna vez te haya dicho que me metas un puñetazo con todas tus fuerzas.

Todo este floro que comienza a perder sentido gravemente nace a raíz del video de la banda no tan desconocida que presento a continuación. 

Es hora de que comiences a quemar algo. ¿No crees? ¡Chau!

 

En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches, mañanas y madrugadas en las que no necesitamos morir.

Entonces sabemos todo lo que fue y será.

El mundo aparece explicado definitivamente y nos invade una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.

Levantamos un puñado de tierra y lo apretamos entre las manos.

Con dulzura.

Ahí se encierra toda la verdad soportable: el contorno, el deseo y los límites.

Podemos decir entonces que somos libres, con la paz y la sonrisa de quien se reconoce y viajó infatigable alrededor del mundo, porque mordió el alma hasta sus huesos.

Liberemos lentamente la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.

Cada uno de nosotros es de momento la vida.

Que eso nos baste.

José Saramago en Probablemente alegría.

Hoy llegué a casa y lo primero que hice fue poner esta canción en el stereo. Cambiarte al ritmo de música como esta te da ganas de hacer cosas extremas, como por ejemplo escribir en tu blog. ¿Les gusta la banda?

En otras noticias: A Rufus le han comprado una chompa que tiene super perros por todas partes, está feliz.

Gracias por seguir visitando mi blog.


Hasta la próxima.